Como parte de mis actividades académicas y en respuesta a un problema, que según he leído, padecen o han padecido muchas ciudades en Latinoamérica, como lo es la escasez de espacios para la recreación de los niños, es que he empezado a desarrollar a nivel de anteproyecto, el diseño arquitectónico de un Museo del Niño, un espacio que se ha comprobado es ideal para satisfacer la necesidad de un sitio para la convivencia familiar y para contribuir a la educación de los niños.
Para proyectar el diseño del Museo, primero tuve que tomar muy en cuenta el sitio donde ésta estaría ubicado, de lo que derivó: ¿Donde situar un Museo del Niño?. Para empezar claramente es un proyecto académico que debo situar en el entorno nacional, y por ende se encontrará en mi bella Nicaragua, y particularmente en su ciudad capital Managua.
Ahora bien, para adelantar un poquito en el Marco de Referencia, y esclarecer un poco de que estoy hablando, mencionaré que la ciudad de Mangua está dividida en distritos (los cuales cambiaron su numeración a partir del 2009, oficialmente, dada la inclusión de Ciudad Sandino como municipio, ya se replanteó el plano!) y acorde a la Zonificación por Uso de Suelo del Plan Regulador de Managua, la mayor concentración de Uso de suelo destinado a equipamiento cultural (incluye museo!) se encuentra en el, ahora antiguo, Distrito IV de la ciudad.
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